domingo, 31 de agosto de 2008

Barranco del Infierno

Luis García Tamayo me comentaba (hace ya algunos lustros) que había un barranco en Lérida al que había que acceder mediante una tirolina de acero sobre un gran río. La idea me pareció, cuanto menos, interesante. Sin embargo, centré mi atención durante muchos años sobre los barrancos aragoneses (que me quedaban más cerca) y dejé a los barrancos catalanes para otras ocasiones. Por fin llegó el momento. Este mes de agosto decidí acercarme a tierras leridanas y gerundenses para realizar algunos descensos y, ¡cómo no! uno de ellos tenía que ser el Infierno.
Eugenia Nieto se brindó a acompañarme... sin saber exactamente lo que la esperaba...
El barranco del Infierno está a unos 7 Km de la Pobla de Segur (Lérida), en los estrechos de Collegats. Hay que meterse por la carretera antigua alternativa al primer túnel. Allí había muchos coches aparcados aunque, al parecer, la poli te multa si aparcas allí por ser una carretera de uso restringido. Nosotros optamos por dejar el coche en un área de descanso a 1 km antes del túnel.
Aunque vimos la tirolina de acceso, dado que el Noguera venía bajo decidimos cruzar andando el cauce.
El barranco es realmente espectacular con un gran hundimiento que te lleva a las oscuridades de una cueva para volver a sacarte a la superficie más adelante.
Después de unos cuantos rápeles y estrechos llegamos al último donde el agua se precipita por debajo de un bloque. Aunque apenas bajaba agua decidimos rapelar por encima del bloque:



Cuando llegamos a la salida del Infierno el Noguera había cambiado... Por el apacible cauce que habíamos cruzado hacía unas horas bajaban ahora haciendo rafting. ¡Lo que son las cosas! Así que nos fuimos a la tirolina de salida pensando que deberíamos haber comprado unas poleas... Después de un sinfín de dominadas llegamos al otro lado.
Podeis ver las fotos del descenso pinchado aquí.

domingo, 10 de agosto de 2008

Barranco y cascada de Sorrosal

El lunes pasado, recién llegado del Pirineo, me disponía a pasar una semana en Madrid sin hacer absolutamente nada... pero (gracias a tod@s l@s dios@s) me llamó Jose "efoide" proponiéndome actividad barranquera... Inicialmente queríamos descender el Bitet inferior (oh, sueño anhelado) pero no pudo ser porque habían abierto la famosa presa que hay en su cabecera. Allí coincidimos con unos amigos de espeleo50 (Miki, Zaca y Tripi) que también querían bajar el Bitet, pero dadas las circunstancias acordamos irnos de vuelta a España y meternos en la Garganta del Sorrosal que ellos no habían descendido.

Lo que son las cosas. Tripi había sido uno de mis maestros cuando me dió por entrar en el mundo de la espeleología en noviembre de 1992. Ha llovido desde entonces pero sus enseñanzas no se me han olvidado. ¡Gracias maestro!

Entramos desde el puente de Fragen en vez de ir a Linás de Broto. Yo no conocía esta entrada. La primera vez que descendí el barranco (octubre de 1995, junto con Miguel Ángel Yagüe, Oscar Garnica y Jose "lanas") entramos por Linás y fue toda una aventura. La cascada final venía fuerte (costó salir de la poza intermedia luchando para que no nos arrastrara la cascada final de 45 m), lo que hizo que el horario creciera y acabáramos de noche y, una vez en Broto, tuvimos que alquilar un taxi para volver a recoger el flamante R5 de Miguel...

En esta ocasión el barranco venía bajo. Esto es un problema en el Sorrosal: el barranco olía a putrefaccción cuando pasamos por Fragen. Nos aseguran que no hay vertidos, pero lo cierto es que es un tanto asqueroso pasar por este tramos del río. Luego la cosa mejora.

Para los que no conozcan el descenso decir que es muy estético por las formaciones y plieges del flish. Tiene varios toboganes y saltos interesantes (siempre precaución, por favor) aunque lo más impactante con diferencia es la cascada final que da a Broto. Esta cascada supone asomarse a un balcón de 90 m sobre el valle de Broto.

Para acceder al primer rápel de 45 m de la cascada se puede seguir la ferrata que han abierto hasta una instalación desde la que se rapela a la cornisa primera. Ésta cornisa es incómoda por lo que es mejor ir accediendo a ella por turnos. El primer rápel de 45 m acaba en una gran poza. No es preciso llegar a ella, ya que hay una repisa a unos 2 m del agua donde es más cómodo quitarse los aparatos. Cuidado en ella porque resbala que da gusto.

Después de cruzar la poza (cuidado si la cascada viene crecidita porque tira hacia el abismo y la trepada a la segunda reunión resbala bastante) llegamos a la segunda reunión. Debajo tenemos 45 m de rápel practicamente volado. Una vez descendido éste únicamente nos resta caminar hasta Broto.

Podeis ver una selección de las fotos del descenso pinchando aquí

Y, a continuación, unos videos de la cascada final:
1.- Lolo en el acceso a la primera reunión:


2.- Kini descendidendo el primer rápel de 45 m:


3.- Tripi descendiendo hasta la primera reunión:


4.- Vista de los dos rápeles desde la reunión intermedia:


5.- David descendiendo la primera casacada visto desde la reunión intermedia:


6.- Jose descendiendo la primera cascada:


7.- Kini descendiendo la segunda cascada:


¡Ah!, se me olvidaba... Juan Antonio no te preocupes, que ya lo descenderemos... a ser posible con algo más de agua...

lunes, 4 de agosto de 2008

Barranco del Cebollar - Salto del Carpín

La primera vez que vi el Salto del Carpín fue en julio de 1994. Veníamos de desceder el Barranco de Lapazosa cuando mi amigo Luis García Tamayo nos señaló esta cascada perfectamente visible desde la pista de Bujaruelo a la altura del puente de Santa Elena. El mayor problema del descenso de la cascada de 120 m... la longitud de los rápeles. Entonces era necesario llevar cuerdas de 70 m que no teníamos.

Pasados los años se fraccionaron los rápeles e incluso se abrió una nueva línea de rápales a la izquierda de la cascada y separada de ella. En cualquier caso era preciso realizar un péndulo para llegar a determinadas reuniones en la pared.

Ya el año pasado (2007) estuvimos a punto de ir a descender este barranco, pero no pudo ser... Así que cuando la semana pasada comencé a preparar una salida para el fin de semana se me ocurrió que el Salto del Carpín podría ser el objetivo. Juan Antonio Ruíz Ginés se animó a intentar el descenso conmigo. Bueno... ¡la suerte estaba echada!

Montamos en mi furgoneta (equipada para dormir) y nos fuimos al valle de Bujaruelo. El sábado (2 de agosto de 2008) no madrugamos demasiado. Desayunamos tranquilamente y aparcamos en en el puente de Santa Elena. Iniciamos la aproximación sobre las 10 de la mañana. Durante la aproximación se pasa por debajo de la salida del Salto del Carpín, que apenas traía agua. El camino es bonito y la marcha agradable. Se pasa por debajo de un curioso pasillo de roca hasta que el camino se acerca al barranco.

Una vez pertrechados de barranqueros (llevamos todo tipo de material para la gran vertical final: stop, puño, croll, pedaletas, etc. en previsión de cualquier eventualidad) comenzamos el descenso de la primera parte del barranco que nos sorprendió por lo bonita y bien formada. Empezaba por una gran rampa que terminaba en la cabecera de un rápel tras el que se iniciaban unos estrechos preciosos. Después rápeles largos y bonitos. Podéis ver las fotos en http://picasaweb.google.com/monky.quimicas.ucm/2008_08_02_Salto_Del_Carpin para juzgar por vosotros mismos.

Por fin llegamos a la poza previa al gran salto de 120 m... Una vez allí encontramos a la derecha la reunión original y a la izquierda un pasamanos que avanza hacia el vacío saliendo de la vertical de la cascada. Desde el pasamanos se llega a una reunión colgada sobre el vacío. La verdad es que se avanza bien por el pasamanos (tiene los sitios para pies justitos y muy bien colocados excepto en la propia reunión final para la que viene muy bien llevar un estribo). Desde la reunión volada iniciamos un rápel de 30 m en el que hay que irse acercando a la derecha (según se mira la pared) hacia un arbusto cerca del que está montada la segunda reunión. Desde ésta se inicia el segundo rápel: 40 m hacia la nada porque no se ve la plataforma a la que hay que llegar hasta que empiezas a volar.



E
n la plataforma hicimos una pequeña parada para comer algo y beber y montamos desde la tercera reunión el último rápel, de 50 m. Este rápel es prácticamente volado. Una vez abajo tuvimos problemas para recuperar las cuerdas, pero al final pudimos (ufff).

Ya sólo quedaba volver a la furgoneta... ¡Prueba conseguida!

Podeis ver aquí un video desde la primera reunión:


Y aquí otro bajando el primer rápel:



Se trata de un descenso muy recomendable por lo bonito y lo espectacular. En la vertical calma y buen hacer. Nosotros no vimos problemas reseñables en el descenso de la gran vertical, aunque si recomendamos llevar stops de espeleo y material de ascenso por cuerda por si fuera necesario. No creemos que el ocho sea el rapelador más recomendable para esta vertical.