domingo, 21 de septiembre de 2008

Cueva del Tío Manolo

Hace ya mucho tiempo que me dió por la espeleología. Fue en noviembre de 1992 cuando hice un curso en el que los espeleologos del grupo de industriales me enseñaron las técnicas de progresión por cavidades. Después me dediqué a otras actividades. Pero tras mis lesiones de rodilla y cadera, y ante los problemas que me suponía caminar hacia arriba, volví a reptar hacia abajo.

La cueva del Tío Manolo está en Uña (Cuenca) y presenta un desarrollo horizontal interceptado por un sifón en el que hay que hacer espeleobuceo. La parte aerea de la cueva tiene una sección ancha con techos que permiten avanzar siempre de pie.

Este sábado pasado (20 de septiembre de 2008) David Miguel (del grupo CAMI y del MONKY), Eugenia Nieto (Grupo CAMI), Beatriz Molero (Grupo MONKY) Y Robert Torres (Grupo MONKY) decidimos ir a visitarla. La entrada desde el exterior se realiza en una zona con bloques. Es necesario meterse por un estrecho agujero, tras el cual aparece un destrepe resbaladizo de unos dos metros. Es posible fijar una cuerda arriba, lo que facilita las maniobras de entrada (y más tarde de salida).

La galería principal tiene una sección ancha con techos que permiten caminar siempre de pie (ligeramente agachado en alguna ocasión). No presenta muchas formaciones, aunque es posible ver gourgs, golpes de gubia y grandes acumulaciones de barro. También hay grandes diaclasas en el techo de la cavidad, una de las cuales ha debido ser explorada, ya que tenía una cuerda que colgaba desde gran altura.

Al llegar a la conocida como Sala de las Juntas aparece el agua. De hecho, estaba instalado un hilo de Ariadna para espeleobuceo. Más adelante hay un sifón temporal y mucho por explorar. Nosotros decidimos seguir hacia la Sala de las Vigas, para lo que hay que subir realizando cortas trepadas entre coladas y acumulaciones de barro. Al final llegamos a un escarpe de tres metros donde decimos dar por concluída la excursión.

Esta vez no hay videos (es muy complicado filmar en una cueva) pero sí fotos.

domingo, 7 de septiembre de 2008

Gorgas de Nuria

Otro de los míticos descensos del que me habían hablado desdes hace mucho tiempo era las Gorgas de Nuria, así que decidimos ir ya que suponíamos que estábamos por la zona. La realidad nos demostró que no era exactamente así. Salimos de la Pobla de Segur, donde habíamos descendido el Barranco del Infierno, y tras más de cuatro horas de viaje y algunos puertos de montaña eternos llegamos a Ribes de Freser. Allí comimos y subimos por la tarde a Queralbs donde aparcamos en la estación del tren cremallera con la idea de informarnos de precios y horarios. La alternativa era realizar la aproximación andando (más de dos horas y media de fuerte ascenso).

Al final optamos por madrugar y coger el tren cremallera de las 7:40 que llega al santuario de Nuria sobre las 8 de la mañana. Desde el santuario hay 1 hora de marcha descendente hasta el dique que marca el comienzo del barranco.

Cuando llegamos el dique no rebosaba, lo que indicaba que podíamos realizar el descenso. El barranco está trabajado por el agua sobre gneis, lo que le hace peculiar para los que estamos acostunbrados a la caliza y al conglomerado.



Lo primero que pudimos constatar es que resbalaba hasta hacer desesperante el avance. El acceso a las cabeceras de los rápeles se hacía muy peligroso por ello, por lo que agradecimos (y utilizamos) todos los pasamanos que había. Lo segundo fue que el agua estaba literalmente helada, a pesar de las fechas. Puede que el día que elegimos para el descenso, muy nublado, acentuara nuestra percepción del frío. De cualquier manera hemos de decir que entre las tiritonas y los resbalones nos llevamos una gran decepción con respecto a lo que esperábamos de un barranco con tanta fama. Lástima. Puede que debamos regresar un día que el sol nos acompañe en el descenso.

Podeis ver aquí las fotos del descenso.