miércoles, 31 de diciembre de 2008

San Silvestre Vallecana 2008

Hace una década que corro la San Silvestre. Es una forma como cualquier otra de acabar el año con alegría. Además, así me tomo la cena de nochevieja con menos pesar de corazón.

Unos años he ido con amigos del barrio, otros solo (si es que puede uno considerarse solo rodeado de un par de decenas de miles de personas) pero siempre con mucha ilusión. Acabar el año deportivamente es algo que me gusta.

Este año estaba constipado (después de unos días en la montaña palentina rodeado de nieves) pero aun así no podía faltar. El ambiente es siempre espectacular. La gente se disfraza y es más una fiesta que una carrera en sí. Hay que estar allí para entenderlo completamente. !Os animo para que vengáis a la próxima!

Aquí tenéis un vídeo de la salida:



Sólo me queda desearos un...

¡¡¡FELIZ AÑO 2009!!!

Montaña palentina

En esto de las montañas no deja uno de llevarse agradables sorpresas. ¡Toda la vida yendo a los Picos de Europa y no conocer las montañas de Palencia! Para mí ha sido un agradable descubrimiento por las inmensas posibilidades que tienen y la gran belleza que poseeen.

Hemos estado unos días en el pueblo de Tremaya, cerca de Cervera de Pisuerga, y hemos aprovechado para subir el Espigüete. Hacía muchos años que quería subir esta montaña, así como también el Curavacas, por lo que fui con mucha ilusión. Lástima que mi rodilla no tenga las mismas aspiraciones que yo.Elegimos como vía la canal que recorre la cara Norte del pico. Desafortunadamente la nieve no estaba en buenas condiciones. Conforme subíamos las zonas de nieve costra fueron convirtiéndose en nieve blanda cada vez más profunda. Tenemos que agradecer la huella abierta por una pareja de portugueses que, dicho sea de paso, bajaron exhaustos y sin conseguir la cima. Yo tampoco lo logré: tanta nieve blanda acabó con mi rodilla dolorida y decidí desistir. Pero Nacho, Kike, Rober, Pelo y Fernando sí que lo consiguieron.

Aquí os dejo un video desde la canal:





Y aquí el resto de las fotos.

Espero volver en breve... si mi rodilla quiere, claro...

martes, 23 de diciembre de 2008

Hielo en Peñalara

Estuvimos escalando las cascadas de hielo que se forman debajo del refugio Zabala, en Peñalara (Madrid).

Esta zona siempre me trae buenos recuerdos de amigos de la juventud y de proezas que uno hizo cuando pensaba que las grandes montañas del mundo estaban únicamente permitidas para los grandes montañeros.

Aquí os dejo un pequeño video subiendo la cascada, que estaba bastante mal en lo que se refiere a hielo, sobre todo en su parte superior:





Y aquí podeis ver unas fotos gracias a la cortesía de mi amigo Carlos "Vegeta". Ya sabeis, las nuevas generaciones vienen golpeando fuerte.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Coventosa

Estuvimos en el valle de Asón. Esta zona presenta una enorme concentración de cavidades de gran desarrollo. Muchas de ellas están unidas, lo que permite realizar travesías subterraneas de gran nivel.

En este caso lo que pretendíamos era iniciar en la espeleología a dos amigas (Mar y Neli), por lo que elegimos una de las más bellas cavidades: la Coventosa. El plan era dirigirnos en primer lugar hacia el gran cañón con idea de llegar hasta el primer lago. Luego queríamos volver al pozo de entrada para dejar todos los aparatos y visitar la célebre sala de los fantasmas.

Ya conocíamos la sala de los fantasmas. El 6 de junio de 2006 la visitamos Antonio Cordero, Miquel Marmaña, Antonio Velázquez y yo mismo, acompañados por Michelle, que nos había esperado pacientemente el día anterior cuando realizamos la travesía Azpilicueta-Reñada.

A pesar de las malas predicciones meteorológicas nos fuimos desde Madrid hasta el hermoso pueblo de La Gándara. Allí habíamos alquilado una casa rural.

El sábado amaneció frio, pero con buen tiempo. Así que nos pertrechamos y nos fuimos (ya con el mono puesto y todo) a la cueva. Entramos y nos dirigimos al pozo de entrada, previo al cual hay una instalación para montar un pasamanos que asegure el acceso a la cabecera. En ese momento salía un grupo guiado. El guia del grupo, cuando vio nuestros cabos de anclaje (estáticos y homologados) hizo uno de esos estériles comentarios sobre la necesidad de usar cabos de anclaje dinámicos (cuando todo el resto del sistema que utilizamos es estático). Suponemos que debe tener acciones de alguna empresa que los fabrique porque si nó no entendemos tanta cabezonería.

Descendimos el pozo que lleva a la galería desde donde avanzamos salvando un paso estrecho que da acceso a la instalación para descender hacia el Gran Cañón. Todo el camino está perfectamente equipado con pasamanos e instalaciones con cuerdas fijas. Desafortunadamente no pudimos pasar de la zona de marmitas al estar el nivel del agua excesivamente alto.

De vuelta nos dirigimos a la Sala de los Fantasmas donde hicimos una gran sesión de fotografía subterránea.

Podeis ver aquí el resto de las fotos.

domingo, 16 de noviembre de 2008

Carrera popular de Canillejas

Me gustan las carreras populares. Hacen que entrene con objetivos cercanos. De hecho hace ya muchos años que corro la San Silvestre con el noble objetivo de que la cena de noche vieja no me cause pesar de corazón.

Así que le propuse a la gente con la que entreno (carrera continua fundamentalmente) que probasen a participar en una carrera de este tipo. Además, la distancia (10 Km) siempre me ha parecido ideal. No es demasiado larga como para lesionarse ni demasiado corta como para tener que ir esprintando con el corazón en la boca.

Almudena Muñoz se mostró interesada, así que para allá que nos fuimos.

Tengo que decir que nos costó llegar a la meta. Puede que se deba a mis treinta y diéz años recien cumplidos, aunque yo creo que se debe a mis no sé cuantos kilos de más.

A pesar de los pesares terminamos la carrera y nos sentimos muy, pero que muy satisfechos. Quedamos eternamente agradecidos a los que nos animaron desde las aceras.

¡La próxima será la San Silvestre! ¡Espero que se anime más gente!

Cueva de los Moros

Cristian, mi sobrino, me pidió hace tiempo que le llevara a alguna cueva. Y me pareció que la cueva de los moros (en la Muela de la Madera, Cuenca) podría ser una buena idea para un bautismo espeleológico. Ante todo tengo que agradecer a Juan Antonio Ruiz Ginés su desinteresada colaboración en esta mini-aventura.

Dicho y hecho. Juan Antonio y yo fuimos a Toledo a recoger a Cristian y luego marchamos camino del pueblo de las Majadas, en Cuenca. Hay que decir que casi toda la carretera está en obras. Cuando terminen será un autovía que reducirá notablemente el tiempo de viaje entre las dos capitales manchegas.

Una vez en la zona nos pertrechamos al estilo espeleólogo y nos metimos por la angosta entrada de la cueva, que es un laminador en rampa algo incómodo. Después se llega a una galería de cómoda sección que conduce hasta un tobogán resbaladizo que se puede equipar con una cuerda corta utilizando una columna (me lo apunto para la próxima vez). Tras superar el resbalacizo tobogán, que nos llevó un rato, se llega a un primer destrepe de 3 metros tras el cual la galería conduce hasta un recodo que antecede a otro destrepe de 2,5 metros. Luego la cavidad pierde su porte cómodo para convertirse en una gatera estrecha y embarrada.

Una vez visitada la rama Oeste de la cavidad retrocedimos hasta el tobogán resbaladizo. Unos metros antes de él hay una gatera con un molesto charco. Esta gatera es el acceso al sector Este de la cavidad. También es posible acceder por otra gatera superior que está seca, lo que es de agradecer. Aquí finalizó nuestra breve visita.

Ya en el exterior estuvimos charlando con gente del grupo de actividades de CCOO. Espero que coincidamos en más ocasiones (¡me apunto lo de los barrancos, amigos de CCOO!).

Espero que Cristian disfrutara de la cueva. Seguro que habrá muchas más.

lunes, 27 de octubre de 2008

Travesía T1 - Santa Elena

Los Pirineos son una fuente inagotable de sorpresas. Si ya son bonitos en superficie, ofreciendonos multitud de actividades que realizar (escalada, alta montaña, descenso de barrancos, senderismo), todavía lo son más bajo tierra.

Este fin de semana me fui con Antonio Cordero, Miquel Marmaña y Antonio Velazquez con un ambicioso objetivo: realizar la travesía subterranea entrando por la sima T1 hasta la salida por la cueva de Santa Elena. Según la bibliografía esto suponía dos hora de aproximación, diez horas de travesía y media hora de regreso. Toda una prueba.

Dicho y hecho. Michelle nos acompañó hasta la entrada de la sima a la que llegamos en algo menos de una hora y tres cuartos salvando un desnivel, siempre ascendente, de casi 700 metros. Había algo de nieve llegando a la torca, pero nada importante. Una vez allí nos preparamos para entrar, comimos algo y ¡al tajo!

La travesía se divide en dos zonas claramente diferenciadas. Una primera con un fuerte desarrollo vertical donde se encadenan los pozos con meandros desfondados y pasamanos (alguno de ellos ascendentes) y que tiene, como punto culminante un pozo de 90 m que es preciso atravesar de un lado al otro, pues presenta un sifón en su fondo... Según la información de que disponíamos había instalado un pasamanos y una tirolina a los 30 m de descenso. Afortunadamente no fue preciso utilizar ninguno de los dos (de hecho la tirolina no estaba) ya que había una cuerdas fijas que permitían realizar un rápel guiado de un extremo del pozo al otro. Desde este punto otro pozo de 50 m nos situaba en el inicio de la segunda parte de la cavidad. Aquí aprovechamos para descansar y reponer fuerzas ya que invertimos ocho horas en bajar todos los pozos.

La segunda parte es horizontal. Suponíamos que allí el avance sería rápido, pero nada más lejos de la realidad. Un río recorre la galería, que obliga a realizar constantes escaladas y destrepes que, con el neopreno puesto, acaban con las energías de cualquiera (que lleve además ya ocho horas de actividad). Al final agradecíamos las zonas inundadas porque allí podíamos refrescarnos (de hecho nos bebimos medio río).

La zona horizontal termina en una pared equipada para ser ascendida (un pozo ascendente de 20 m) tras el cual aún no se termina la cueva. Y es que hasta el rabo todo es toro... Agotados tuvimos todavía que reptar por gateras, calarnos en un gran charco y atravesar dos estrecheces que, sin ser agobiantes, fueron la puntilla. Salimos a la obscuridad de la noche a las tres de la madrugada. Nos había llevado 13 horas recorrer la cavidad. Y todavía había que volver al coche.

Afortunadamente el camino de regreso está perfectamente balizado con reflectantes, por lo que en cuarenta minutos estábamos en el coche donde Michelle nos preparó un té calentito. Yo, al menos, la estaré eternamente agradecido...

Sumando aproximaciones, descansos, cambios de ropa y retorno: 17 horas de actividad ininterrumpida. Y es que uno no sabe lo que es capaz de hacer hasta que no se lo propone.

Podeis ver un video de la entrada:

Y aquí el resto de las fotos.

domingo, 12 de octubre de 2008

Garmo Negro (3.051 m)

¡Por fin subí el Garmo Negro! Hacía mucho que me apetecía esta ascensión pero no me salía la oportunidad.

Esta semana pasada Juan Pablo Albar me propuso hacer actividad en el Pirineo y yo le hablé de subir al Garmo Negro. Esto supone salvar un desnivel de más de 1.400 m desde el Balneario de Panticosa, pero sin problemas técnicos. Vamos, ideal para entrenar. Así que nos fuimos para allá acompañados de Beatriz Perales.

Los pronósticos para el sábado (11 de octubre de 2008) no eran malos: un 35 % de probabilidad de lluvia, así que madrugamos y salimos hacia la cumbre a la que llegamos en poco menos de cuatro horas. En la cumbre, lástima, viento y frío. Así que parada corta, foto y video cumbre... y para abajo.

Queda en el proposito subir el Argualas, interesante tresmil vecino del Garmo. Será para una próxima.

El domingo amaneció malo, así que aprovechamos para tomar unos baños en el Balneario de Panticosa... ¡uf! ¡qué relax!

Por cierto, ¡qué pequeño es el mundo! En el refugio de la casa de Piedra coincimos con Antonio Calero, con el que intentamos la vía Sur del Khan Tengri (7.010 m) en 1.999. Este sietemil durísimo está en la cordillera del Tien Shan (en la frontera entre Kazakstan y China) y será objeto de una futura entrada de este blog.

Podeis ver aquí el video tomado desde la cumbre:

Y aquí el resto de las fotos.

sábado, 4 de octubre de 2008

Cueva de los Moros

Ya me comentaron hace mucho tiempo que España era en cuevas como Pakistán en ocho miles... Y es que muy cerca de Madrid hay una gran cantidad de cavidades interesantes para explorar.

En esta ocasión decidimos dirigir nuestros pasos hacia la cueva de los Moros que está en la Muela de la Madera (muy cerca del pueblo de Las Majadas, Cuenca). Como siempre el primer problema es encontrar la cavidad. Seguimos las coordenadas GPS facilitadas por la bibliografía sin llegar a nuestro destino. Afortunadamente las indicaciones del libro sobre cómo llegar fueron suficientes para descubrir la entrada.

La cueva presenta un laminador de entrada que desemboca en una galería Este-Oeste a la que se accede por un destrepe de 3 m. La galería se termina pronto en otro destrepe sencillo y gateras. Nada del otro mundo... Pero entonces retrocedimos buscando el acceso a la galeria que se desarrolla en sentido contrario y descubrimos un mundo maravilloso. El acceso era a través de una gatera semi-inundada que nos dejó en una hermosa galería de sección más cómoda. Siguiendo esta galería accedimos a un precisoso meandro estrecho a partir del cuál pudimos acceder a diferentes ramas de la cavidad a cuál más interesante. Al final llegamos a una preciosa sala de fondo arenoso donde sifonaba la cavidad.


Aquí estamos todos a la salida de la cavidad: Isma, Matthew, Laia, Dani, Andrea, Dani, Pedro, Sonsoles y David:

Este video es un intento de filmar con un foco que he conseguido...

El resto de las fotos las podéis ver pinchando aquí.

Barranco de la Portiacha

El 6 de mayo de 1996 visité, con Elia Piñedo, la cabecera del primer rápel de la Portiacha. Acabábamos de vivir un puente de mayo increíble en el que realizamos muchos descensos interesantes (junto con Oscar Garnica, Jesús Lugo y Olga). La visión desde la reunión era espectacular. En aquella ocasión no teníamos previsto su descenso, así que nos conformamos con las hermosas vistas del cañón del río Vero.

La primera vez que lo descendimos no se hizo esperar, e incluso lo hemos descendido dos veces en el mismo día para rescatar una cuerda que se quedó enganchada en la cabecera del segundo gran volado.

Es, la Portiacha, un barranco corto e interesante por sus hermosas verticales y por ser una de las puertas del río Vero (en julio de 2001 descendimos el Vero entrando por la Portiacha, aunque ello nos supuso portear cuerdas de 50 m por durante todo el descenso).

En esta ocasión planteamos su descenso por entrener una mañana de domingo a la vuelta de los Pirineos, donde habíamos descendido la Garganta del Sorrosal.

Este barranco, de acceso inmediato, presenta dos grandes verticales voladas. Precaución y buen hacer, sobre todo en las arrimadas a las cabeceras de los rápeles. A pesar de ser un barranco breve y estar en el sector del sencillo río Vero hay que considerar la dificultad de los volados para gente no iniciada.

El primer volado mide 30 m marca el inicio del descenso. Después sigue un pequeño rápel y una escalera de resaltes que acaban en la segunda vertical volada de 35 m, más espectacular y bonita que la primera. Tenía dos reuniones, pero algún indeseable ha robado uno de lo parabolts de una de ellas. Malnacidos sobran en este mundo, me temo.

Aquí teneis un video de Nacho bajando el primer rápel volado de 30 m:


Ahora un video de Bea en el segundo rápel volado (35 m). El rápel acaba en una fea marmita de agua negra...


Para salir del barranco hay que remontar el río Vero y pasar por esta artesanal presa:


Por último, de camino a Madrid hicimos una nutritiva parada en la artesanal panadería Ferrando, en Siétamo. ¡No os podeis perder sus paninis ni sus empadandas! Además, de paso aprovechamos para mejorar nuestra maltrecha economía pescando unas monedillas en la fuente de los peces... ¡esto de ser pobre!

Podeis ver aquí las fotos del descenso.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Cueva del Tío Manolo

Hace ya mucho tiempo que me dió por la espeleología. Fue en noviembre de 1992 cuando hice un curso en el que los espeleologos del grupo de industriales me enseñaron las técnicas de progresión por cavidades. Después me dediqué a otras actividades. Pero tras mis lesiones de rodilla y cadera, y ante los problemas que me suponía caminar hacia arriba, volví a reptar hacia abajo.

La cueva del Tío Manolo está en Uña (Cuenca) y presenta un desarrollo horizontal interceptado por un sifón en el que hay que hacer espeleobuceo. La parte aerea de la cueva tiene una sección ancha con techos que permiten avanzar siempre de pie.

Este sábado pasado (20 de septiembre de 2008) David Miguel (del grupo CAMI y del MONKY), Eugenia Nieto (Grupo CAMI), Beatriz Molero (Grupo MONKY) Y Robert Torres (Grupo MONKY) decidimos ir a visitarla. La entrada desde el exterior se realiza en una zona con bloques. Es necesario meterse por un estrecho agujero, tras el cual aparece un destrepe resbaladizo de unos dos metros. Es posible fijar una cuerda arriba, lo que facilita las maniobras de entrada (y más tarde de salida).

La galería principal tiene una sección ancha con techos que permiten caminar siempre de pie (ligeramente agachado en alguna ocasión). No presenta muchas formaciones, aunque es posible ver gourgs, golpes de gubia y grandes acumulaciones de barro. También hay grandes diaclasas en el techo de la cavidad, una de las cuales ha debido ser explorada, ya que tenía una cuerda que colgaba desde gran altura.

Al llegar a la conocida como Sala de las Juntas aparece el agua. De hecho, estaba instalado un hilo de Ariadna para espeleobuceo. Más adelante hay un sifón temporal y mucho por explorar. Nosotros decidimos seguir hacia la Sala de las Vigas, para lo que hay que subir realizando cortas trepadas entre coladas y acumulaciones de barro. Al final llegamos a un escarpe de tres metros donde decimos dar por concluída la excursión.

Esta vez no hay videos (es muy complicado filmar en una cueva) pero sí fotos.

domingo, 7 de septiembre de 2008

Gorgas de Nuria

Otro de los míticos descensos del que me habían hablado desdes hace mucho tiempo era las Gorgas de Nuria, así que decidimos ir ya que suponíamos que estábamos por la zona. La realidad nos demostró que no era exactamente así. Salimos de la Pobla de Segur, donde habíamos descendido el Barranco del Infierno, y tras más de cuatro horas de viaje y algunos puertos de montaña eternos llegamos a Ribes de Freser. Allí comimos y subimos por la tarde a Queralbs donde aparcamos en la estación del tren cremallera con la idea de informarnos de precios y horarios. La alternativa era realizar la aproximación andando (más de dos horas y media de fuerte ascenso).

Al final optamos por madrugar y coger el tren cremallera de las 7:40 que llega al santuario de Nuria sobre las 8 de la mañana. Desde el santuario hay 1 hora de marcha descendente hasta el dique que marca el comienzo del barranco.

Cuando llegamos el dique no rebosaba, lo que indicaba que podíamos realizar el descenso. El barranco está trabajado por el agua sobre gneis, lo que le hace peculiar para los que estamos acostunbrados a la caliza y al conglomerado.



Lo primero que pudimos constatar es que resbalaba hasta hacer desesperante el avance. El acceso a las cabeceras de los rápeles se hacía muy peligroso por ello, por lo que agradecimos (y utilizamos) todos los pasamanos que había. Lo segundo fue que el agua estaba literalmente helada, a pesar de las fechas. Puede que el día que elegimos para el descenso, muy nublado, acentuara nuestra percepción del frío. De cualquier manera hemos de decir que entre las tiritonas y los resbalones nos llevamos una gran decepción con respecto a lo que esperábamos de un barranco con tanta fama. Lástima. Puede que debamos regresar un día que el sol nos acompañe en el descenso.

Podeis ver aquí las fotos del descenso.

domingo, 31 de agosto de 2008

Barranco del Infierno

Luis García Tamayo me comentaba (hace ya algunos lustros) que había un barranco en Lérida al que había que acceder mediante una tirolina de acero sobre un gran río. La idea me pareció, cuanto menos, interesante. Sin embargo, centré mi atención durante muchos años sobre los barrancos aragoneses (que me quedaban más cerca) y dejé a los barrancos catalanes para otras ocasiones. Por fin llegó el momento. Este mes de agosto decidí acercarme a tierras leridanas y gerundenses para realizar algunos descensos y, ¡cómo no! uno de ellos tenía que ser el Infierno.
Eugenia Nieto se brindó a acompañarme... sin saber exactamente lo que la esperaba...
El barranco del Infierno está a unos 7 Km de la Pobla de Segur (Lérida), en los estrechos de Collegats. Hay que meterse por la carretera antigua alternativa al primer túnel. Allí había muchos coches aparcados aunque, al parecer, la poli te multa si aparcas allí por ser una carretera de uso restringido. Nosotros optamos por dejar el coche en un área de descanso a 1 km antes del túnel.
Aunque vimos la tirolina de acceso, dado que el Noguera venía bajo decidimos cruzar andando el cauce.
El barranco es realmente espectacular con un gran hundimiento que te lleva a las oscuridades de una cueva para volver a sacarte a la superficie más adelante.
Después de unos cuantos rápeles y estrechos llegamos al último donde el agua se precipita por debajo de un bloque. Aunque apenas bajaba agua decidimos rapelar por encima del bloque:



Cuando llegamos a la salida del Infierno el Noguera había cambiado... Por el apacible cauce que habíamos cruzado hacía unas horas bajaban ahora haciendo rafting. ¡Lo que son las cosas! Así que nos fuimos a la tirolina de salida pensando que deberíamos haber comprado unas poleas... Después de un sinfín de dominadas llegamos al otro lado.
Podeis ver las fotos del descenso pinchado aquí.

domingo, 10 de agosto de 2008

Barranco y cascada de Sorrosal

El lunes pasado, recién llegado del Pirineo, me disponía a pasar una semana en Madrid sin hacer absolutamente nada... pero (gracias a tod@s l@s dios@s) me llamó Jose "efoide" proponiéndome actividad barranquera... Inicialmente queríamos descender el Bitet inferior (oh, sueño anhelado) pero no pudo ser porque habían abierto la famosa presa que hay en su cabecera. Allí coincidimos con unos amigos de espeleo50 (Miki, Zaca y Tripi) que también querían bajar el Bitet, pero dadas las circunstancias acordamos irnos de vuelta a España y meternos en la Garganta del Sorrosal que ellos no habían descendido.

Lo que son las cosas. Tripi había sido uno de mis maestros cuando me dió por entrar en el mundo de la espeleología en noviembre de 1992. Ha llovido desde entonces pero sus enseñanzas no se me han olvidado. ¡Gracias maestro!

Entramos desde el puente de Fragen en vez de ir a Linás de Broto. Yo no conocía esta entrada. La primera vez que descendí el barranco (octubre de 1995, junto con Miguel Ángel Yagüe, Oscar Garnica y Jose "lanas") entramos por Linás y fue toda una aventura. La cascada final venía fuerte (costó salir de la poza intermedia luchando para que no nos arrastrara la cascada final de 45 m), lo que hizo que el horario creciera y acabáramos de noche y, una vez en Broto, tuvimos que alquilar un taxi para volver a recoger el flamante R5 de Miguel...

En esta ocasión el barranco venía bajo. Esto es un problema en el Sorrosal: el barranco olía a putrefaccción cuando pasamos por Fragen. Nos aseguran que no hay vertidos, pero lo cierto es que es un tanto asqueroso pasar por este tramos del río. Luego la cosa mejora.

Para los que no conozcan el descenso decir que es muy estético por las formaciones y plieges del flish. Tiene varios toboganes y saltos interesantes (siempre precaución, por favor) aunque lo más impactante con diferencia es la cascada final que da a Broto. Esta cascada supone asomarse a un balcón de 90 m sobre el valle de Broto.

Para acceder al primer rápel de 45 m de la cascada se puede seguir la ferrata que han abierto hasta una instalación desde la que se rapela a la cornisa primera. Ésta cornisa es incómoda por lo que es mejor ir accediendo a ella por turnos. El primer rápel de 45 m acaba en una gran poza. No es preciso llegar a ella, ya que hay una repisa a unos 2 m del agua donde es más cómodo quitarse los aparatos. Cuidado en ella porque resbala que da gusto.

Después de cruzar la poza (cuidado si la cascada viene crecidita porque tira hacia el abismo y la trepada a la segunda reunión resbala bastante) llegamos a la segunda reunión. Debajo tenemos 45 m de rápel practicamente volado. Una vez descendido éste únicamente nos resta caminar hasta Broto.

Podeis ver una selección de las fotos del descenso pinchando aquí

Y, a continuación, unos videos de la cascada final:
1.- Lolo en el acceso a la primera reunión:


2.- Kini descendidendo el primer rápel de 45 m:


3.- Tripi descendiendo hasta la primera reunión:


4.- Vista de los dos rápeles desde la reunión intermedia:


5.- David descendiendo la primera casacada visto desde la reunión intermedia:


6.- Jose descendiendo la primera cascada:


7.- Kini descendiendo la segunda cascada:


¡Ah!, se me olvidaba... Juan Antonio no te preocupes, que ya lo descenderemos... a ser posible con algo más de agua...

lunes, 4 de agosto de 2008

Barranco del Cebollar - Salto del Carpín

La primera vez que vi el Salto del Carpín fue en julio de 1994. Veníamos de desceder el Barranco de Lapazosa cuando mi amigo Luis García Tamayo nos señaló esta cascada perfectamente visible desde la pista de Bujaruelo a la altura del puente de Santa Elena. El mayor problema del descenso de la cascada de 120 m... la longitud de los rápeles. Entonces era necesario llevar cuerdas de 70 m que no teníamos.

Pasados los años se fraccionaron los rápeles e incluso se abrió una nueva línea de rápales a la izquierda de la cascada y separada de ella. En cualquier caso era preciso realizar un péndulo para llegar a determinadas reuniones en la pared.

Ya el año pasado (2007) estuvimos a punto de ir a descender este barranco, pero no pudo ser... Así que cuando la semana pasada comencé a preparar una salida para el fin de semana se me ocurrió que el Salto del Carpín podría ser el objetivo. Juan Antonio Ruíz Ginés se animó a intentar el descenso conmigo. Bueno... ¡la suerte estaba echada!

Montamos en mi furgoneta (equipada para dormir) y nos fuimos al valle de Bujaruelo. El sábado (2 de agosto de 2008) no madrugamos demasiado. Desayunamos tranquilamente y aparcamos en en el puente de Santa Elena. Iniciamos la aproximación sobre las 10 de la mañana. Durante la aproximación se pasa por debajo de la salida del Salto del Carpín, que apenas traía agua. El camino es bonito y la marcha agradable. Se pasa por debajo de un curioso pasillo de roca hasta que el camino se acerca al barranco.

Una vez pertrechados de barranqueros (llevamos todo tipo de material para la gran vertical final: stop, puño, croll, pedaletas, etc. en previsión de cualquier eventualidad) comenzamos el descenso de la primera parte del barranco que nos sorprendió por lo bonita y bien formada. Empezaba por una gran rampa que terminaba en la cabecera de un rápel tras el que se iniciaban unos estrechos preciosos. Después rápeles largos y bonitos. Podéis ver las fotos en http://picasaweb.google.com/monky.quimicas.ucm/2008_08_02_Salto_Del_Carpin para juzgar por vosotros mismos.

Por fin llegamos a la poza previa al gran salto de 120 m... Una vez allí encontramos a la derecha la reunión original y a la izquierda un pasamanos que avanza hacia el vacío saliendo de la vertical de la cascada. Desde el pasamanos se llega a una reunión colgada sobre el vacío. La verdad es que se avanza bien por el pasamanos (tiene los sitios para pies justitos y muy bien colocados excepto en la propia reunión final para la que viene muy bien llevar un estribo). Desde la reunión volada iniciamos un rápel de 30 m en el que hay que irse acercando a la derecha (según se mira la pared) hacia un arbusto cerca del que está montada la segunda reunión. Desde ésta se inicia el segundo rápel: 40 m hacia la nada porque no se ve la plataforma a la que hay que llegar hasta que empiezas a volar.



E
n la plataforma hicimos una pequeña parada para comer algo y beber y montamos desde la tercera reunión el último rápel, de 50 m. Este rápel es prácticamente volado. Una vez abajo tuvimos problemas para recuperar las cuerdas, pero al final pudimos (ufff).

Ya sólo quedaba volver a la furgoneta... ¡Prueba conseguida!

Podeis ver aquí un video desde la primera reunión:


Y aquí otro bajando el primer rápel:



Se trata de un descenso muy recomendable por lo bonito y lo espectacular. En la vertical calma y buen hacer. Nosotros no vimos problemas reseñables en el descenso de la gran vertical, aunque si recomendamos llevar stops de espeleo y material de ascenso por cuerda por si fuera necesario. No creemos que el ocho sea el rapelador más recomendable para esta vertical.